Economía
7 min read 21 sept. 18
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Resumen: Tras una década dominada por un estímulo monetario extraordinario que ha mantenido los tipos de interés y los precios de consumo bajo control, la inflación está mostrando finalmente señales de vida. Como vemos en el gráfico, la inflación salarial ha aumentado tanto en EE. UU. como en el Reino Unido, en un mercado laboral tenso, una receta de manual clásica para que los precios vuelvan a subir. Sin embargo, es preciso ver más allá de los titulares para describir la realidad, en mi opinión una situación ideal en un caso y pesimista en el otro.
La economía estadounidense sigue disfrutando de una situación ideal, es decir, la economía no es ni demasiado caliente para forzar un ciclo de fuerte endurecimiento de los tipos, ni demasiado fría para reducir los beneficios corporativos. Este contexto permite a las compañías endeudarse a unos tipos relativamente bajos, lo que les ayuda a evitar impagos, a la vez que los consumidores no pierden mucho poder adquisitivo debido a la inflación. Se trata de un escenario idílico para muchos activos de riesgo, como el high yield, y ha impulsado el mercado bursátil estadounidense hasta registrar récord tras récord. Son días felices.
Sin embargo, este momento dulce para la economía podría malograrse por las continuas guerras comerciales, que podrían empeorar fácilmente antes de mejorar. Aunque algunos analistas afirman que la disputa comercial podría provocar una desaceleración y, por tanto, una menor inflación, no comparto su punto de vista por estas razones:
Por tanto, creo que la Fed va a seguir subiendo los tipos según lo previsto y a pesar del tono suave utilizado recientemente por el presidente, Jerome Powell, en su discurso de Jackson Hole en agosto.
Pesimismo para el Reino Unido. La situación es algo más sombría para Gran Bretaña, aunque la inflación salarial sorprendió al alza en julio, registrando un crecimiento anualizado del 2,9%, igual a la subida de marzo y su mayor nivel en tres años. Como vemos en el gráfico, el optimismo acerca de la inflación del Reino Unido no se refleja en el tipo de inflación implícito en el mercado, expresado por la tasa de equilibrio.
Miremos más allá de los titulares para entender por qué:
Todos estos factores me llevan a pensar que, a pesar del reciente aumento de los precios, la inflación podría terminar el año ligeramente por debajo del 2%, un nivel que refleja mejor el verdadero —y más moderado— impulso económico de Gran Bretaña. ¿Qué podría poner en cuestión mi perspectiva sobre la inflación? El Brexit, por supuesto, cuyos resultados para la inflación parecen tan binarios como las opiniones que suscita el tema. Veo dos escenarios:
¿Cuál de estos dos resultados es más posible? Depende de lo que uno piense sobre el Brexit. Pero, por lo que respecta a la inflación, lo único seguro es que mientras que la inflación de EE. UU. se debe al crecimiento económico, en el Reino Unido depende del resultado del Brexit, por lo que podría ser un descenso. Espero volver a equivocarme.
El valor de las inversiones fluctuará, por lo que el precio de los fondos puede subir o bajar, y es posible que no recupere la inversión inicial.