Perspectivas
7 min read 10 feb 20
Resumen: Cada vez más indicadores recientes han apuntado a que la economía europea podría haber salido del peligro y encaminarse hacia una recuperación más sólida. Por ejemplo, mientras que la inflación europea sigue muy por debajo del objetivo de inflación del BCE ligeramente inferior al 2%, cabe destacar que en realidad la tasa general interanual se ha multiplicado por dos, pasando del 0,7% en octubre de 2019 al 1,4% en enero de 2020. Incluso el índice PMI de actividad industrial de la zona euro, uno de los mayores motivos de preocupación para los inversores europeos durante 2018, parece haber tocado fondo en septiembre de 2019 y retoma ahora una ligera trayectoria al alza. La confianza entre los inversores europeos también ha mejorado considerablemente. Fijémonos, por ejemplo, en el índice económico Sentix de la zona euro —medida de la confianza de los inversores—, que ha repuntado con fuerza desde su mínimo de octubre de 2019, subiendo en enero de 2020 hasta su nivel más alto desde noviembre de 2018.
La pregunta clave es, por supuesto, si Europa ha dejado de verdad atrás lo peor o no. Yo diría que aún es demasiado pronto para afirmar rotundamente que sí. En primer lugar, a pesar de los recientes brotes verdes, el crecimiento económico en Europa sigue débil y frágil. En efecto, con solo un 0,1% de crecimiento del PIB real, el cuarto trimestre de 2019 supone el trimestre más débil de la zona euro desde el primero de 2013. Las economías de Francia (-0,1%) e Italia (-0,3%) sufrieron una clara contracción. Además, los riesgos de recesión relacionados con Alemania volvieron a resurgir con fuerza. En términos interanuales, la producción industrial alemana descendió un 6,8% en diciembre de 2019, su mayor caída desde la crisis financiera global. Por tanto, la situación en Europa podría empeorar antes incluso de que mejore.
Además, hay varios riesgos adicionales importantes de fondo que podrían empañar las perspectivas de la zona euro.
Ante estos riesgos, y teniendo en cuenta la persistente debilidad de los datos de crecimiento, creo que las valoraciones de los activos de riesgo europeos son extraordinarias. En los niveles actuales, apenas queda margen de error. Por ejemplo, el iTraxx EUR 5yr, barómetro del mercado de crédito de grado de inversión europeo, cotiza actualmente solo a unos 44 puntos básicos (pb) y la rentabilidad (TIR) de los bonos del gobierno italiano a 10 años se sitúa a unos insignificantes 130 pb por encima de la del Bund a 10 años. Básicamente, apenas hay margen de error, ya que (prácticamente) hemos vuelto a niveles de mercado que no se registraban desde principios de 2018. Y esto es lo que considero sorprendente, porque entonces el optimismo en los mercados era mucho mayor al actual, rozando la euforia. El discurso predominante era el de un crecimiento sincronizado global y la recuperación europea. De los riesgos políticos europeos apenas se hablaba. En resumen, los participantes del mercado se confiaron.
Y todos sabemos lo que sucedió después en 2018. Las guerras comerciales se intensificaron repentinamente, los partidos populistas de La Liga y el Movimiento Cinco Estrellas dispararon su voto en las elecciones italianas de marzo de 2018 y los datos económicos mundiales se desplomaron. Como consecuencia, la confianza de los inversores se deterioró y los mercados entraron rápidamente en una fase prolongada de aversión al riesgo, provocando rentabilidades anuales muy negativas en todos los activos de riesgo. No estoy diciendo que la historia vaya a repetirse. Pero no puede evitar pensar que los mercados han vuelto a precipitarse y el exceso de confianza vuelve a ser la nota dominante. Desde luego que los bancos centrales están dando mucho respaldo, especialmente el BCE, ofreciendo factores técnicos favorables y, por tanto, sosteniendo los precios. Pero cabe recordar que, entre enero y septiembre de 2018, el BCE estaba comprando activos por un importe de hasta 30.000 millones de euros al mes —un 50% más que ahora— y eso no impidió que los mercados sufrieran ventas masivas. Por tanto, creo que hay motivos para la prudencia por lo que respecta a los activos de riesgo europeos. Ahora mismo, reducir la exposición al riesgo de mercado e incrementar la calidad crediticia me parecen medidas prudentes.
The value of investments will fluctuate, which will cause prices to fall as well as rise and you may not get back the original amount you invested. Past performance is not a guide to future performance.